Social Icons

TwitterFacebookGoogle BusinessLinkedInYouTubeRSS FeedEmail

sábado, 9 de diciembre de 2017

Violencia, machista? de género?

Hay muchas violencias: de clases, social, capitalista, religiosa, fascista, etcétera. Como si unas no tuviesen relación con las otras y fuesen independientes.

Por eso, cuando buscamos la solución, nos centramos en una modalidad de violencia y ya no vemos las otras, como si fuesen problemas diferentes: está claro que aquí falla la inteligencia, cuando sabemos que todo en esta vida tiene relación, está interligado.
 
Se preguntarán ¿qué tiene que ver la violencia racial de Estados Unidos con la violencia machista, o, si se prefiere, de género. Estamos acostumbrados a parcelar la realidad (por aquello de que al simplificarla es más entendible), por eso también decimos "qué tengo que ver yo con esa violencia si nunca le pegué a mi mujer": éste es el problema; cuando no se ve la relación, ¿cómo se puede vislumbrar la solución?

Por eso, cuando nos encontramos con una tragedia consumada, repetimos las mismas conductas de modo estereotipado: hacemos manifestaciones, ponemos zapatos (rojos) en una plaza, o colgamos unos lacitos en la solapa: ¿apreciamos algún resultado? Nos tememos que aquí pasa lo mismo que en aquel cuento árabe en el que un burro se encontró con un tronco de árbol atravesado en medio del camino y no encontró mejor solución que intentar apartarlo a cabezazos y, claro, no lo consiguió.

Pero la cosa todavía es más trágica. Como decía aquel “todo lo que puede empeorar empeora”. Se dice esto porque aquellas manifestaciones a las que se hacía referencia antes, curiosamente consiguen justamente unos resultados contrarios a los que se están buscando: en realidad, están provocando que haya más muertes. Hay que ponerse en la mente del asesino: confirma en las manifestaciones la provocación de daño que buscaba.

Violencia de género
Infolibre.es

La sociedad, con esa falta de visión panorámica, holística, pretende aplicar su solución. Unos dicen: “aquí los hombres tienen encima mucha cultura mora de la que todavía no se desprendieron.” Si tomamos a los países escandinavos y nórdicos como punto de comparación, vemos que, a pesar de no haber tenido influencias culturales “moras”, tienen unas cifras de violencia superiores a las de nuestra latitud.

Otros buscarán la causa en la poca implicación de los hombres en las tareas domésticas, cuando lo cierto es que pocas generaciones atrás, con tener los roles más diferenciados que ahora, no había tanta violencia.

Violencia machista
En fin, se pueden buscar muchas causas. Por otra parte el Cuerpo Policial y la Guardia Civil, a pesar de haber mejorado mucho su formación, muchas veces no están a la altura del problema. Si nos fijamos en la Judicatura, vemos que cuando se cierra el año judicial, no aportan luz alguna: por ejemplo, cuando nos casamos hemos firmado un contrato y que se sepa, su incumplimiento no tiene repercusiones de ningún tipo, todo lo contrario de lo que pasa con el contrato laboral. También podríamos incluir aquí las cátedras de Sociología: a pesar de la cantidad de presos que ya hay por esta violencia, que se sepa, no hay un estudio para ver el perfil-tipo que orientase a la solución.

Es doloroso decirlo, pero aunque aportasen algo únicamente para que sus conciencias quedasen más tranquilas, no pasarían de ser parches. Lo cierto es que la sociedad está enferma, justo en su célula, que es la familia: es como un cáncer del que por ahora no se ve la solución. Y si se cree que esto es pesimismo, piénsese en las tres religiones monoteístas que aparentemente buscan el bien de la humanidad, y aún no nos libraron de esta lacra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

Aleteia Psicoterapia